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EL TIBURÓN BALLENA: UNA GUÍA RÁPIDA

Whale Shark illustration

Entre los meses de junio y septiembre un mensaje se extiende por las aguas del Caribe mexicano y un gigante acude puntualmente al llamado. El plancton es la base de la alimentación del tiburón ballena, un universo de criaturas minúsculas, algunas apenas visibles, que se multiplican en ciertas temporadas del año en las aguas tropicales. El tiburón ballena es el pez más grande del planeta; se han registrado ejemplares de hasta 12 metros de largo y veinte toneladas de peso. De extremo a extremo, la media luna de su cola puede medir dos metros y medio y la boca abierta tiene un metro y medio de ancho.

 

Por otra parte, el tiburón ballena es un animal lento y parsimonioso; casi nunca nada a más de 5 km por hora y en vez de utilizar su poderosa cola para impulsarse, se impulsa con ondulaciones de todo el cuerpo. Por esta razón resulta seguro nadar en la proximidad de estos descomunales peces.

Así como la alimentación de este tiburón es muy distinta de la de sus parientes cazadores, también lo es la forma en que ingiere su comida. El tiburón ballena se desplaza lentamente por las aguas con la boca abierta, con lo que ingiere cientos de litros de agua que, a su paso, filtra a través de las agallas. En éstas quedan retenidos los pequeños animalillos que constituyen el plancton, además de peces pequeños, larvas y crustáceos. Las aguas próximas a Cozumel e Isla Mujeres, como las de muchos sistemas tropicales de arrecifes, son entornos de gran diversidad biológica. Por una parte, en los bancos encuentran refugio de las corrientes y de los predadores mayores extensas comunidades de peces y organismos; por otro lado, las filtraciones de la península de Yucatán y la intensa insolación permiten el crecimiento de las algas microscópicas que nutren al plancton, de modo que en esta región se han llegado a avistar congregaciones de hasta cuarenta de estos gigantes, a pesar de que normalmente son solitarios. Además, como estas algas se multiplican más rápido cerca de la superficie, cerca de la luz solar, los tiburones ballena suelen pasar gran parte del tiempo sin sumergirse a profundidades considerables.

Uno de los mayores misterios acerca del tiburón ballena es su apareamiento, pues jamás ha sido posible documentar esta parte de su ciclo vital. Las crías salen del huevo en el interior de la madre, de la cual pasan al mar, pero los científicos no han podido observar ni medir con precisión a ejemplares jóvenes de esta especie.

Nadar con ellos es una actividad segura y muy emotiva que se ha popularizado en los diversos rincones del mundo donde, como en el Caribe mexicano, es posible encontrarlos. Con un equipo de esnórquel es posible admirar de cerca el patrón de manchas blancas de su lomo o sus movimientos lentos y majestuosos.